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Pensiero e dinamita

La colifata en CNN

http://www.youtube.com/watch?v=i1Arlah0ZGM

Fundamentalista de la tecnologia, por Pablo y Susana

Fundamentalista de la tecnologia, por Pablo y Susana

Estamos en vías de convertirnos en el homo celularis...nos achicaremos, tendremos un solo dedo para teclear, (los demás serán innecesarios), la cerviz doblada en ángulo hacia el celu, que nos proveerá de un simulacro de la vida: comunicación?, fotografías del entorno?, películas?, música? amor? y TODO LO QUE SE TE OCURRA...tal vez los próximos vengan con un adminículo para procesar détritus humanos ....y por qué no, proveernos de brotes de soja transgénica que brotará del celu abriendo la tapa y oprimiendo BS...ya está, la VIDA MISMA resuelta.....tendrá un 0600 gratuito para que un sicólogo (artificial, grabado, of course) atienda los casos de depresión por soledad y aislamiento...imágenes de flores artificiales...aromas artificiales
ME VOY AL CAMPO....A SALADILLO...ANTES DE CONVERTIRME EN HOMO CELULARIS!!! aguante el telefonito con dos latas y una soga que hacíamos con mis primos cuando éramos chicos y nos llenaba de alegría!!!!!!!!!!!!!!!!!!  Susana, nostálgica anti-tecno

Yo, la verdad, soy un fundamentalista de la tecnología. Me encanta, desde muy chico. El primer gadget que tuve fue una consola para juegos que no me acuerdo como se llamaba, circa 1975, de esas que eran dos palitos que cumplían la función de raquetas, una frente a la otra, y una pelotita hecha de pixels. El aparatejo te daba la posibilidad de jugar hasta 3 variantes de tenis (individual, dobles, frontón), eran horas de horas de sana diversión. Luego, obviamente, vino el Atari, que si no me equivoco tenía incluso unos cartridges para ir cambiando de juegos: totalmente revolucionario para la época. El 79 cayó en mis manos un aparatejo de Texas Instruments llamado ‘Speak & Spell’, que era una especie de computadora portátil con teclado de membrana y sintetizador de voz que te ayudaba a aprender inglés mediante ejercicios de memoria, de deletreado etc. El Speak & Spell fue inmortalizado en ET de Spielberg, cuando el bicho arma un sistema de comunicación con su planeta ayudado por un speak & spell (adjunto fotito). El 82 tuve mi contacto con la primera PC hogareña: una Lisa (Apple). El 84 puse mis garfios sobre la primera Macintosh y el comercial ‘1984’ de Apple para su lanzamiento me inspiró para seguir en publicidad hasta el día de hoy. El 86 (!) chateé por primera vez con un alemán a través de un modem de 1200 bps, usando un programa parecido a los de los BBS (los ya viejísimos Bulletin Board System, antecesores de los yahoogroups y sucedáneos.) El 90 tuve mi primera dirección de email (hace 16 años!, todavía la uso...) Mi primer celu lo compré el 92. Era un Motorola de esos tipo walkie talkie militar que empecé a usar no sin algo de verguenza porque en realidad los celulares tuvieron una imagen inicial medio fea, asociada a lo snob y también a la falta de ‘netiquette’ de algunos usuarios que hablaban a los gritos donde fuera (esto sigue pasando). Palm tuve también, pero nunca me cayeron demasiado simpáticas. Su software de reconocimiento de voz no era bueno al principio: era mejor el de la Newton (de Mac). Hoy en día me rodean una Mac iBook, una Mac Powerbook, una Mac Mini, una eMac, una vieja PowerMac 6400, una red inalámbrica, un cel bluetooth para bajar mis fotos y mails a la compu y allá en el fondo, una horrible PC que uso para recordar lo equivocada que está la gran parte del mundo que usa PC en lugar de Mac. Las Mac las uso para laburar principalmente, para hacer algo de música, para tener un cliente en Nueva Zelandia y enviarle sus trabajos a los diarios y revistas de Auckland desde La Paz, y también para chatear con voz y video con Oli, que gracias a eso está menos lejos que lo que está en realidad. En resumen, creo que la tecnología bien usada es lo más....Como todo en la vida, siempre habrán hijos de puta que la utilicen para hacer daño, pero eso pasa en todo.  Pablo

Cuánto vale una mariposa? por Susana Pagliaminuta

Ernesto, quizás vos entiendas lo que pregunto. Hoy, en el subte, un chico dejó sobre mi falda una mariposa de latón. Era una hebilla para el pelo, que al abrirla movía las alas de la mariposa, con incrustaciones de resina de colores.

El chico decía, a quienes querían saberlo, que la mariposa valía un peso.

Pensé, al ver ese remedo de mariposa, cuánto vale entonces una mariposa de verdad, que ningún hombre, por más que se esfuerce, puede hacer. Cuánto vale el espacio que atraviesa la mariposa cuando vuela?. Cuánto vale la flor en la que se posa? Cuánto vale la algarabía que provoca en los niños una mariposa en vuelo? Cuánto... cuánto vale?!

Miré al chico vendedor, de unos doce años. Pensé, cuánto vale su vida? (no vida como opuesto de muerte), cuánto vale su destino, cuánto vale su ilusión, cuánto vale su futuro? Cuánto vale su esperanza, que parece acabarse en el vagón del subte y se ve tan angosta como el espacio entre las filas de asientos.

Me pregunté, dónde estaba yo cuando los hombres decidieron que una mariposa de latón vale un peso. me pregunté cuándo convalidé el absurdo de que una mariposa auténtica y un niño de verdad no valgan nada.